lunes, 2 de diciembre de 2013

Centenario de la Cosmogonía Glacial: La historia mítica

La Piedra de los Soles, atribuida a la cultura azteca, corresponde a un sistema calendárico que da cuenta de la sucesión de las eras o “soles”, relacionándose con los postulados de la Cosmogonía Glacial.


Un siglo se ha cumplido (1913-2013) de la publicación de la magna obra, la Cosmogonía Glacial (Hörbigers Glazial Kosmogonie. Eine neue Entwicklungsgeschichte des Weltalls und des Sonnensystems. R. Voigtländer’s Verlag. Kayserlautern, 1913) del ingeniero Hans Hörbiger (1860-1931) y del astrónomo Philipp Fauth (1867-1941). Entre los variados campos que aborda este extenso trabajo, resulta fundamental la formulación sobre los mitos y leyendas, concibiéndolos como registros de la historia remota y no con el sentido de fábula o ficción como lo comprende la visión del hombre moderno.

Los mitos, en consecuencia, han sido desechados bajo el prisma del conocimiento definido por el evolucionismo decimonónico y el asumido concepto de progreso de Occidente, sean éstos cosmogónicos, teogónicos o antropogénicos. Más aún, se ha juzgado y definido estos antiquísimos registros en base a su funcionalidad psicológica, social e incluso, como resultado de la estructura primitiva del pensamiento del hombre. 

 
Hans Hörbiger, autor junto a Philipp Fauth, de la fundamental obra la Cosmogonía Glacial (1913).


Esta visión moderna olvida que el mito -Mythoi- es Logos, la “Palabra Verdadera”, la “Narración Sagrada”, fórmula de transmisión de conocimientos y hechos reales de los ancestros y de sucesivas generaciones. El mito es así Hieroi Logoi, la Palabra Sagrada.

A pesar de estar revestidos de factores simbólicos, mágico-religiosos, sociales y éticos, los mitos cobijan una pretérita realidad, es decir, acontecimientos y personajes reales que sólo con el transcurso del tiempo adquirieron una naturaleza mítica. Los hombres-dioses y sus prodigiosas obras, inconcebibles para la mentalidad moderna educada y programada en el más puro materialismo racionalista, fueron reales y no el producto de la “imaginación primitiva”. Sus acciones devinieron en los hitos fundacionales de los pueblos antiguos y ellos, en seres deificados.

De esta manera, los mitos de las diversas culturas y civilizaciones relacionados con los grandes procesos catastróficos, o diluvios, a la luz de la Cosmogonía Glacial, adquieren la validez de hechos acontecidos en lejanos tiempos y pierden de este modo el carácter de fábulas o ficciones para devenir en registros de remotas eras, revestidos ciertamente con características locales y factores mágico-religiosos, sociales, éticos y morales. Pues el Diluvio registrado en Asia, África, Europa y en la América Aborigen fue la evocación de la última catástrofe planetaria -hecho comprobado por la Unión Geofísica Americana de 2007 y por numerosos estudios en torno al denominado “Cometa Clovis” (Véase por ejemplo Evidence for an extraterrestrial impact 12,900 years ago that contributed to the megafaunal extinctions and the Younger Dryas cooling. En: Proceeding of the National Academy of Sciences of the United States of America. Volume 104. Nº41. October 9, 2007; Evidence from central Mexico supporting the Younger Dryas extraterrestrial impact hypothesis. En: Proceeding of the National Academy of Sciences of the United States of America. Volume 109. Nº13. March 27, 2012 y Very high-temperature impact melt products as evidence for cosmic airbursts and impacts 12,900 years ago. En: Proceeding of the National Academy of Sciences of the United States of America. Volume 109. Nº28. July 10, 2012)- originada por la captura por parte de la gravitación terrestre de un cuerpo celeste o Luna, siendo el resultado a su vez de la mecánica de las leyes cósmicas de atracción y repulsión del sistema solar y sus fuerzas motoras: El hielo y el fuego.

Este fue el Götterdämmerung o Crepúsculo de los Dioses del Edda; el Diluvio advertido al rey Svayambhuva Manu por el Avatãra de Vishnú, Matsya; el Llocllavuno Pachacuti de la tradición prehispánica andina y el Apachiohualiztli de los registros maya-toltecas.

En tal forma, el proceso catastrófico de la “asimilación” de satélites a la Tierra ya ha sucedido por lo menos cuatro veces y que en términos planetarios corresponden a los grandes períodos geológicos. Por esta razón, el genial astrónomo y pionero de la industria de cohetes Max Valier ha dilucidado en Einführung in die Welteislehre. Die Rätsel des Sonnenreiches, nach Ingenieur Hörbiger dargestellt (“Introducción a la Doctrina del Hielo Mundial. Los Enigmas del Reino Solar de acuerdo al ingeniero Hörbiger”. Hachmeister und Thal. Leipzig, 1924) que de un golpe se resuelven los problemas de las tradiciones sobre las grandes inundaciones (el Diluvio Universal), así como las contradicciones que se derivan de la Biblia y de la historia de los Incas. En un momento podemos asegurar que el llamado Diluvio o Inundación Universal fue el efecto de la disolución de nuestra Luna anterior y que se presentará otra vez con la disolución de la actual Luna. Así también podemos asegurar que la Tierra ha sufrido, cuando menos, cinco o seis disoluciones de lunas. Pero Hörbiger va más adelante: Nos expone que las épocas geológicas que denominamos períodos Primario, Secundario, Terciario, no son otra cosa que las distintas épocas de disolución de una Luna.

 
Presentación de la primera edición de la Cosmogonía Glacial (1913).


La Cosmogonía Glacial y la multidisciplinaria Doctrina del Hielo Mundial o Welteislehre, son las herramientas cognoscitivas y metodológicas que fundamentan la concepción de la nueva historia del hombre y su cultura, socavando con ello, las dogmáticas teorías del darwinismo y el evolucionismo, para entroncarse con las nociones cíclicas y la remota antigüedad del hombre presentes en las culturas y civilizaciones de la India aria, la Europa pre-cristiana y la América Aborigen.

Rafael Videla Eissmann
1º de Diciembre de 2013

  
* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

sábado, 16 de noviembre de 2013

Las remotas migraciones de los ario-andinos a Europa

La runa Odal en una alfarería del Cuzco, la capital del Tahuantinsuyo, el sagrado imperio de los Ingas.


El profesor Roberto Rengifo en su obra Arte gráfico y poético de los primitivos y los chiles (192?), ha escrito en relación con el poblamiento de Europa que los atlantes, los ultramarinos, de la América, los anteos, que tomó Hércules en sus brazos; es decir, la España se pobló de ellos; ¿pero de cual raza? – la América es grande; era el Triple gerion (que significa, casa de la fuerte generación) y bien diferentes sus regiones: Costina (can = Obreros, pescadores, navegantes); andina (chen = Varones sacerdotales, mineros, metalurgistas) y central de llano (Jafeta = Propagadores de plantas, agricultores). Yo creo que estas tres razas fueron las que en Europa occidental se llamaron: Arios, celtas y gálatas; célticos eran los que vivían en lo más lejano y sombrío del mundo, y gálatas los que se llevaban emigrando de un lugar a otro; ambos venidos desde lo más lejano del mundo.

Quedan los arios, cuyos rastros más evidentes están en las islas Can-árias y por consiguiente eran de la raza de Can, que agregaron Arí al nombre, significando, filo o cumbre, aristocracia, es decir, la nobleza de la raza navegante sudamericana, poseyendo ya la minería y la agricultura.

Estos enérgicos obreros de cráneo ancho, salidos del Sur Pacífico y de los Andes, con el nombre de anteos, fueron a mi juicio, los que ocuparon las islas Can-árias primero, después África y después España, adonde, como lo dicen los nombres posteriores de célticos y gálatas, llegaban del último confín del mundo en emigraciones sucesivas.

Así se explican multitud de semejanzas y la igualdad de sus primeras escrituras petroglíficas.


Por estos motivos Rengifo ha propuesto que los celtas serían americanos, determinando que con unos 1500 a 2000 antes de la era actual, bastaba para encuadrar esa raza celta que se estableció en la costa occidental de Europa, sin haber provenido del oriente, según muchos autores, en la hipótesis de que provendrían de América y llegaron por el océano Atlántico.

El hecho es muy posible, pues la Corriente del Golfo de México ha debido arrastrar en más de cien ocasiones a los primitivos navegantes del archipiélago Antillano y arrojarlos a Irlanda, donde primero aparecieron los celtas, pasando después al país de Gales, a Bretaña y por último a España, para unificarse con los iberos y producir los «celto-iberos», tenidos como los aborígenes de la península español.

Estos celtas
-continúa Rengifo-, al descender de norte a sur por países sin cordilleras y, al llegar a la primera serranía transversal, al sur del Mar Cantábrico, que es un verdadero cordón como los numerosos y prolongados que existen en América, la bautizaron con el nombre de Piri-neo.

La raíz
Pire es americana primitiva y significa «Montaña»: Apir en lengua chilena, es el cargador muchacho de las montañas, el que con capacho a la espalda trabaja en las minas.Pire-mapu e Inapire-mapu, eran divisiones del territorio araucano y significaban: País de la Montaña y País al pie de la Montaña. Nien, en lengua mapuche significa tener y, es de notar que en francés la terminación ien es también posesiva; Pirenien habría significado entonces, País que Tiene Montaña y, de aquí, más tarde Pirineos.Pire y Pirámide se derivarían de esta antiquísima raíz, posiblemente de Piro, fuego, proviene de lo mismo, y significaría Volcán en su origen, por tener la misma forma piramidal. Los aborígenes pirhues o pirues (quitando la h que proviene de hué = Lugar) eran montañeses del Perú, en su primera denominación Pirú, según indicaron a los conquistadores los indios de la costa del sur de Colombia, para dar noticias del imperio del altiplano andino.

En la toponimia española hay muchos lugares con nombres o raíces americanas primitivas, cuyo estudio debe hacerse; pero no es este el único fundamento para atribuir a los celtas origen americano. La somatología general de esa raza y de la primitiva andina, es muy semejante: Bajos, gruesos o redondeados, miembros cortos, cabeza desarrollada, pies y manos pequeños, cabello generalmente negro y a veces coloreados como en Boroa e Irlanda, piel blanca, pero no alba, pechos pardos, etc. Esta raza andinocelta, diferente de la patagona o pampa y sus derivados, de largos miembros y gran estatura, es producto de los archipiélagos y montañas; por eso es chico de cuerpo y más cerebral; fue la primera que en América empujó la civilización de sur a norte, escribiendo en las rocas sus nacientes ideas, desde Arauco hasta Yanquilandia; tomó grandes bríos en el Mar Caribe y arribó a Gran Bretaña. La misma que pobló a Pascua y la misma que por Berhing se mezcló con la amarilla y formó a la nipona, dominando a los peludos, más primitivos ainos. En Europa fue en gran parte sojuzgada por las razas escandinavas y asiáticas, perdiéndose su historia.

Rafael Videla Eissmann
(Roberto Rengifo y el Secreto de la América Aborigen. El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica y el origen polar antártico del hombre, Santiago de Chile, 2007).


 * (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

lunes, 14 de octubre de 2013

Las runas

 Inscripción rúnica en Europa.


La visión historiográfica de las runas las ha definido como un grupo alfabético de las lenguas germánicas de Europa originadas en la antigüedad y desarrolladas hasta la Edad Media -época en la cual se produjo por cierto un proceso de sincretismo del paganismo con el cristianismo y de las runas con el alfabeto latino, lo que permitió la subsistencia de las runas como conocimiento ancestral incluso hasta comienzos del siglo XX, sobre todo en las regiones del norte de Europa, como Escandinavia-.

El nombre del alfabeto rúnico es Futhark, término que corresponde a las primeras seis runas transliteradas: F, U, Þ, A, R y K.

Rune, Runa, Runo, procede de la raíz germano-gótica Run que significa secreto o bien, susurro.

Los alfabetos rúnicos indoeuropeos más conocidos corresponden al Futhark Antiguo (alrededor del 150-800), al Futhark Anglosajón (400-1100) y al Futhark Escandinavo (800-1100).

 
 El Futhark o alfabeto rúnico de acuerdo a Guido von List.


Sin embargo, esta cronología del sistema ideográfico rúnico es insostenible, como también es insostenible derivar a las runas de los caracteres del alfabeto latino o de los alfabetos de la Italia septentrional como lepóntico, rético y venético (del siglo V al siglo I a.C.), procedentes a su vez del alfabeto etrusco. Esto, pues la antigüedad de las runas es remota y su origen está fundido con el mito áureo de la prediluvial cosmogonía germánica, pues las runas son símbolos sagrados emanados de lo Divino, de los Dioses, idea conceptualizada en el antiguo término nórdico Reginkunnr [Rægikundu].

En el Hávamál, el Discurso del Altísimo de los Edda de Sæmund se ha descrito  la obtención de las runas por el dios de los guerreros, Odín.

 Los Runenlauteren (Grabado medieval anónimo).


Los acontecimientos registrados en los Edda poéticos (o Edda Mayor) fueron realizados alrededor del año 1000 y los Edda prosaicos (o Edda Menor) en torno al 1220 por el skald e historiador Snorri Sturlusson (1178-1241). Como se ha explicado anteriormente, el Ragnarök de los Edda fue de hecho, una evocación de la última Gran Catástrofe o Diluvio -el Götterdämmerung- ocurrido hace alrededor de 13.000 años, tal como lo indicaba la Cosmogonía Glacial (1913) de Hans Hörbiger y Philipp Fauth, por lo que se puede aseverar, entonces, que las runas son un alfabeto de una mayor antigüedad a la asignada por la historiografía ortodoxa.

Rafael Videla Eissmann
1º de Octubre de 2013


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).

jueves, 1 de agosto de 2013

Influencias vikingas en Ecuador

 El venerado símbolo del Sol, la “Cruz de nuestros Ancestros”, la swastika o más
apropiadamente, el tetraskelión en un motivo de la cultura Tuncahuan de Ecuador.


 En esta tierra se puede poner un pie en el hemisferio norte y otro en el sur, en la misma capital del país, Quito, donde han levantado un monumento en la misma línea ecuatorial.

Esta nación se ha hecho famosa por muchos motivos de diversas facturas: El sombrero jijipapa, conocido por “panamá”; la cultura Valdivia, entre otras; la residencia de Huáscar, quien disputara el Impero Incaico contra su hermano Atahualpa; los famosos scyris, señores conocidos como karas, nombre todavía usado en Paraguay (Karaicho: “Gran señor”); las Islas Galápagos, con sus tortugas gigantes, que vieron pasar a Darwin, el sabio.

Tenemos elementos para precisar las gestas colonizadoras de los vikingos, las cuales han llamado la atención de los investigadores pero no la han interpretado satisfactoriamente, por estar sometidos a prejuicios que convierten a la antropología en una etnografía, dejando en suspenso las interpretaciones que exigen las ciencias humanas. Trataremos pues, de retomar aportes diversos, para establecer una adecuada interpretación.

Toponimia. Con todo lo dicho sobre los vikingos en Nuestra América, nos resta incursionar en las ciencias auxiliares de la antropología para encontrar los nombres dados por los vikingos a los accidentes geográficos del Ecuador con sus costas, montes y selvas. He aquí algunos vocablos que han llamado nuestra atención, con la probidad debida: Abatigua, Boyaca, Caragos, Cumbaya, Chaguar, Omagua, Piragua, Turd.

Etnonimia. Existen muchas etnias en Ecuador, que ameritan nuestra atención pues los vikingos conformaban un grupo mas, dentro de la variada expresión demográfica del Ecuador. He aquí algunos nombres de etnias relacionadas con los vikingos: Karas, kañarí, karives, muiska y tolitas.

Etnografía. A nadie escapa que las costumbres se hacen leyes, perdurando para la posterioridad, siendo valiosos indicadores de las gestas vikingas en el Ecuador, según pasamos a considerar.

Llama poderosamente la atención la organización política establecida por los karas en Quito permaneciendo el recuerdo en una leyenda de “gigantes” que habían arrasado el área: Ajustando esa versión, el acontecimiento debió suceder en el siglo XI de la era cristiana: Se estima que pasaron por el Reino de Quito, unos quince emperadores, recordándose todavía algunos de sus nombres y hazañas muy relacionadas con las costumbres nórdicas.

Los vikingos eran comerciantes, razón por la cual desarrollaban las prácticas para el abastecimiento e intercambio de mercaderías. Es histórico que conformaron una confederación de mercaderes, precisamente en la época del arribo de los nórdicos; las etnias que nuclearon esta empresa fueron los monteños, los puneños y los huankavikcas.

Mencionamos nuevamente los aportes vikingos a la orfebrería con las técnicas correspondientes, llegando a acunar monedas; discos de oro vaciados en un molde y sin signos ni inscripciones. Por supuesto que en sus diseños ornamentales de las piezas de orfebrería, domina el Sol de Oro.

La ciudad de Quito de acuerdo a la ilustración de Felipe Guamán Poma de Ayala en su Primer Corónica del Buen Gobierno de los Ingas (1583-1615).


Historia. Este país tiene tradiciones antiquísimas, comprobadas por la arqueología En efecto, su posición privilegiada, penetrando hacia el Pacifico, como apuntando a las Galápagos, permitió encausar las corrientes marinas, las cuales impusieron su derrotero a los navegantes. Se podría afirmar, que la famosa Cattigara, es pues el Ecuador, donde había arribado el famoso Fu-Sang, quien habría llevado el maíz al Asia. Registros documentales del siglo XIV, muestran como este grano fue difundido hasta las fronteras con Europa a través del Imperio Otomano, el cual fue denominado “trigo turco”, nombre usado por Alvar Núñez en Paraguay, para designarlo.

También llegaron los japoneses, dejando influencia en la cultura Jomon en varias etnias ecuatorianas. Luego se hicieron presente los mayas, quienes aculturaron a los muiscas, los cuales a su vez, en alianza con los vikingos, continuaron con la aventura cultural, la cual señalamos a través de los relativos indicadores.

En efecto, los vikingos asentaron una base en la Isla de Guayas, al llegar a estas latitudes; luego buscaron los altiplanos y echaron las bases del Reino de Quito: El primer jefe se llamoo Kara (de karr, “rizado”; uno de los nombres de Odín). Luego los emperadores se llamaron Scyry (de Skirr, Sirri, “más puro”, por razones de confirmar la nobleza). No se conoce el nombre del último, pero su hija se caso con un jarl local, a quien ayudó a fundar el reino, razón de su nombre Toa (de Toeja, “ayudar”).

Finalmente, los Ingas incorporaron el Reino de Quito al Gran Imperio cuya historia todavía da que comentar, por los descubrimientos que todavía se siguen haciendo, en estas latitudes, para comprender Nuestra América.

Vicente Pistilli
(Vikingos en América.
Asunción, 2000).
 
 * (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

lunes, 1 de julio de 2013

Externsteine, templo de la Ante-Historia

Vista panorámica de Externsteine.


Se encontraron los dioses en los campos de Ída, ellos
construyeron grandes templos, y altares,
hicieron las fraguas, forjaron las joyas,
fraguaron tenazas, hicieron herramientas.

Völuspá


Externsteine, la Estrella de Piedra (Stern-Stein), es un grandioso conjunto pétreo que ha cobijado la antigua religión de los germanos, los descendientes del Dyeus del Cielo, Tuisco.

Las imponentes rocas ostentan el misterio de las edades y del antiquísimo culto del Sol, el Sol Invisible, el Sol Negro.

El origen de los templos en las cimas de las columnas líticas es un enigma, pues no se ha podido determinar su antigüedad o asociación a vestigios arqueológicos aun cuando se han descubierto herramientas líticas con una antigüedad aproximada de 12.000 años, esto es, en la época diluvial.

Sin embargo, el carácter astronómico y precristiano es evidente. En este sentido, destaca el portal solar en la cima de la Columna II. Se trata de un orificio o “ventana” circular con una orientación este-oeste donde la luz del Sol se “posa” sobre un pilar labrado en la misma roca.

El orificio circular es ciertamente una analogía simbólica, una figuración del astro solar y de la importancia de la luz invisible del Sol. Frente a este altar, se yergue una extraña piedra con forma triangular que pareciera cubrir una entrada a la misma columna.

El altar solar en la Columna II de Externsteine.

Formación triangular frente al altar solar.


Asimismo, en la parte superior de la Columna I hay un mirador que permite una amplia visión del bosque circundante. En la base de esta formación se ubica la gruta (“Grotte”, la “Caverna de la Iniciación”) que tuvo originalmente una función iniciática -posteriormente utilizada por monjes cristianos y luego incluso ocupada como calabozo- y más abajo, se descubre el Arkosolium (la “Tumba Abierta de la Resurrección” del Domingo, el “Día del Sol”, Sunday, Sonntag).

El disco del Sol en un amanecer en Externsteine.
Es la misma figura que reproduce la “ventana” solar.


Es en la Columna IV donde se encuentra el misterio más insondable de Externsteine: La plasmación del Kreuz-Gott, el Hombre-Dios, pendido en el Árbol-Eje del Mundo, la Columna Invisible del Irminsul, el Árbol Vertebral, el “Árbol de las Swastikas”. Es la cristalización del dios Wotan, Odín, el Señor de las Runas.

Externsteine fue el centro mágico más importante de los antiguos germanos. Un templo pétreo donde la luz solar cumple un rol trascendental en la demarcación de ciertos hitos en las columnas pero sobre todo, en el portal de la Columna II el cual evidencia el conocimiento de la luz del Sol intangible, del Sol de todos los Soles, el Sol Negro.

Rafael Videla Eissmann
1º de Julio de 2013

 
La “Tumba de la Resurrección”.

 La plasmación del Kreuz-Gott en Externsteine.

  
 * (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

sábado, 1 de junio de 2013

El misterio de Externsteine

 
El Kreuzgott, el “Dios-Cruz”, plasmado en Externsteine. Es el Kristo
de la Atlántida; Odín-Wotan, el restaurador del conocimiento de las runas.


De las runas de los gigantes y de todos los dioses
diré lo que es cierto, pues visité cada mundo,
llegué a nueve mundos allá abajo en el Niflhel,
donde mueren los hombres.

Discurso de Vafthrúdnir (Vafþrúðnismál)



Cerca del pueblo de Horn-Bad Meinberg, en el Distrito de Lippe de Nordrhein-Westfalen en Alemania, se encuentra el más importante “templo” germano de la antigüedad, Externsteine. Allí se funde la Naturaleza con las improntas de los primeros Asen, los “descendidos de los astros”. Amalgama ejemplar del Unus Mundus de la Edad Dorada.

El significado del nombre de Externsteine se relacionaría con la cadena montañosa de Eggegebirge o “Piedras de Egge”, o bien, con Externstones, es decir, las “Rocas Exteriores”. Pero Externsteine bien podría significar Stern-Steine, es decir, la Estrella de Piedra.

Más allá de la memoria de los hombres se encuentra el origen del Kreuzgott, el “Dios-Cruz”, el Urmensch cristalizado, solidificado en las rocas de Externsteine.

Su plasmación se hunde en el insondable abismo del tiempo.

Es el Hombre-Dios, el Hombre-Cruz, erguido en la columna invisible del Irminsul, el Árbol-Eje del Mundo, plano de conexión entre Asgard, el Reino de los Dioses; Thursenheim o Jötunnheim, el Reino de los Gigantes; Nebelhiem o Nifleheim, el Reino del Hielo; Muspelheim, el Reino del Fuego y Mittgard, la Tierra del Medio.

Esta figura es también, Odín-Wotan, “crucificado”, pendido en el Árbol del Conocimiento, el Árbol Cósmico (“Vertebral”), que encuentra su símil en otra deidad guerrera y solar, Quetzalcóatl y el árbol Quetzalhuexoch de la tradición mesoamericana, sosteniendo el firmamento. Odín, el Thul Supremo, es el restaurador del conocimiento de las runas y de los símbolos sagrados. Es el Señor de los Poetas y los Guerreros, el Tharl y guía del Wildes Heer o Batallón Furioso del Götterdämmerung.

Sobre esta figura en Externsteine, el Kristo nórdico, hiperbóreo, el Kristo de la Atlántida, Miguel Serrano ha escrito: Como aprisionado por la roca, entre dos enormes bloques, se perfila la imagen del Crucificado en el Irminsul. Un gigante, con la cabeza inclinada sobre un hombro y los brazos abiertos en cruz. Claramente se descubre la herida de lanza en un costado [El “Escudo de la Rosa”]. Esto no ha podido ser hecho por mano humana alguna, porque es obra de Titanes. No es una escultura, sino el trabajo de conformación de la piedra, de la roca, de un golpe. De nuevo la plasmación de una Idea, proyectada sobre el plasma cósmico-terrestre. Es Wotan, pendiendo del Irminsul en sus Nueve Noches, hasta el reencuentro con las Runas, bajo el Sol Negro de la Medianoche Polar. Es el Kristianismo Nórdico, muy anterior al cristianismo semítico y lunar. Aquí está con todos sus atributos, aun con la Lanza, recuperada luego por Parzival en el Misterio del Gral adulterado y saqueado por la Roma judaizante. Nada ha conseguido Carlomagno con destruir el Irminsul, que en los Externsteine se hallaba, porque la figura de Wotan pendiendo en la roca sigue lo sigue reproduciendo.

En el nombre Irminsul se cobija la clave rúnica del Axis Mundi: Ir-Man-Sul (Sol, Saule, Sonne).

Como ha explicado Vicente Pistilli, el Irmensul es la columna gigante. El grabado es un columnal (tronco) con dos ramas (yin y yang). Es una simbiosis del Árbol Yggdrasil y la Columna Irminsul. La Columna de Madera, sostén de la Casa Germanice es también sostén del Universo (Firmamento).

La ventana solar y el pilar en la parte superior de la columna II de Externsteine. Pertenecen
a vestigios del antiguo culto solar germánico.


Esta plasmación, ciertamente, antecede a los vestigios del culto solar de las columnas II y III donde destaca el arco con el pilar y la ventana o disco del Sol Invisible (el Sol Negro) en la parte superior de la columna II, o bien, la Caverna de la Iniciación o la Tumba Abierta de la Resurrección, vestigios prácticamente incomprensibles de la ritualidad mágico-religiosa de los antiguos germanos.

La columna de piedra se sumerge en las profundidades de la tierra, del Inframundo; en el Mittgard se plasma la imagen del Hombre-Dios que se eleva al cielo, al Walhalla de los Einherier, como imagen inmutable frente al Sol de la mañana y su luz blanca y vibrante. Corresponde también a la runa Man, es decir, a la runa de la vida, símbolo sacro y mágico de la Ante-Historia.

Rafael Videla Eissmann
Externsteine,
19 de Mayo de 2013

La runa RU-UR labrada en una de las paredes de Externsteine.


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

jueves, 2 de mayo de 2013

Nicolás Palacios: Sobre los nórdicos en América


Diversos autores en la historiografía occidental de finales del siglo XIX y comienzos del XX, constaron la irrupción de poblaciones nórdicas a América con antelación a la empresa peninsular de fines del siglo XV, tales como Henry Stevens (1869), Rasmus Björn (1874), John A. Emander (1893), Ole Andreas Øverland (1896), Ottilia Adelina Liljencrantz (1902) y Agnes Christina Laut (1905).

El doctor Nicolás Palacios (1858-1911), el genial autor de la monumental obra sobre la etnología gótica-araucana, Raza Chilena (1904) y de trabajos tales como Decadencia del Espíritu de Nacionalidad (1908), Demografía Gótica (1908) y Revisión en América de la Historia el Viejo Mundo (1908), ha dado cuenta también del arribo de poblaciones nórdicas a América con antelación al “Descubrimiento” de 1492. De tal modo, ha expresado:

Ni siquiera la primacía del descubrimiento i colonización de este hemisferio es de la raza latina. Sin amenguar en nada la grande hazaña de Colón, puesto que lo ignoraba, lo cierto es que islandeses, los noruegos, habían descubierto i poblado una parte de América, que ellos llamaron Markland y Vinland, más de cuatrocientos años de que arribaran a sus playas Colón i sus godos.

Raza Chilena. Libro escrito por un chileno i para los chilenos
(Imprenta i Litografía Alemana de Gustavo Schäffer.
Valparaíso, [1904] 1918. Página 519).

Paulatinamente, los símbolos, las tradiciones y la toponimia, van revelando las pruebas irrefutables del fraude hispanista del “Descubrimiento” de Colón. Pues el poblamiento europeo del continente americano se trató en realidad del regreso a la tierra ancestral. Es decir, a Huitramannaland, la “tierra de los hombres blancos”, llamada también Albania, de significado homónimo.

Rafael Videla Eissmann
1º de Mayo de 2013.


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

miércoles, 1 de mayo de 2013

Arte rupestre de Amambay


Las muestras de arte rupestre halladas hace tres años [2009] en el noreste de Paraguay pueden respaldar a este país ante una posible candidatura a Patrimonio de la Humanidad, afirmó hoy el investigador español José Antonio Lasheras.

El arqueólogo destacó a EFE que, aunque ese arte es transversal a países y regiones, los hallazgos en el departamento de Amambay, en la frontera con Brasil, evidencian “los mejores ejemplos, la mayor densidad, la mayor variedad y la mayor antigüedad”.

“Creo que hay que valorar que eso está representando un momento cultural de impacto universal”, refirió Lasheras tras presentar el informe final del Inventario Nacional del Patrimonio Arqueológico y del Arte Rupestre en la Región Oriental.

La investigación, centrada en el área del Parque Nacional Cerro Corá, cerca del cerro Yasuka Vendá, sitio sagrado de la etnia “Paî Tavyterâ, ha permitido saber que el primer poblamiento humano en Paraguay tiene más de 5000 años”, apuntó Lasheras.

Añadió que también se conocen cuáles eran las herramientas de ese período del Arcaico Medio, tipos de utillaje, expresión gráfica, forma de vida y que ese arte se ha extendido a los países del Cono Sur americano, pero las dataciones más antiguas son las de Paraguay.

“Probablemente aquí surgieran unos discursos, unas ideas que acompañadas de esos signos se extendieran y se desparramaran por las otras regiones”, acotó Lasheras, responsable científico del proyecto y director del Museo español de Altamira.

El proyecto, que demandó tres años de investigación, fue coordinado por la Secretaría Nacional de Cultura y tuvo además el apoyo financiero y técnico de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

“Esto es el primer capítulo de mucho trabajo por hacer (…), podemos trabajar para incluir esto en la lista indicativa del Patrimonio Mundial, valorando y haciendo partícipe a todos los ciudadanos de esto”, concluyó el investigador.

Fuente: ABC Color. Asunción, 30 de Mayo de 2012.


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).

lunes, 1 de abril de 2013

Viaje de los vikingos a América


Recuento de la incursión vikinga en América del siglo X realizada por el docente y escritor uruguayo Hyalmar Blixen (1917-2006). Aborda el encuentro entre los nórdicos y algunos grupos indígenas, el origen de algunos significativos topónimos americanos como asimismo la presencia de los “indios blancos”.



En la “Saga de Erick el Rojo” se habla bastante de este personaje que por problema de enfrentamientos con otros vecinos, en los que resultó que hubo muertes por uno y otro bando, tras sancionársele en la Asamblea de Thorsnes y declararlo proscripto, decidió emigrar hacia un lugar más al oeste, ya descubierto, pero no habitado. Era la isla que llamó Groenland (Groenlandia, “Tierra Verde”) nombre dado para animar a otros compañeros y amigos a que se alojaran en ese lugar, cosa que logró.

Hay muchos episodios, unos sobre lo que él realizó, pues se instaló en distintos lugares y otros de varios de sus amigos, respecto de los que sería interesante narrar algo, pero que están fuera de lo que deseamos dar a conocer.

Erick el Rojo se había casado con Thjodhild y nacieron de ese matrimonio dos hijos, Thorstin y el otro Leif.

El primero vivió junto a su padre; el segundo en cambio, se aventuró bastante en el Mar del Norte, tan lleno de peligros que el viento lo llevaba de un lado al otro, y tardaban entre tanto, de arribar a donde se quería. Por ejemplo, Leif, queriendo ir a Noruega sintió que el viento y las mareas lo llevaron a las Hébridas, que como se recordará, son un conjunto de islas e islotes que están al norte de Escocia. Los vikingos se detenían bastante en ellas e incluso las ocuparon un tiempo durante el siglo IX.

Allí Leif gustó de una muchacha de cierta alcurnia llamada Thorgunna y tuvieron un hijo que ella se lo envió a Groenlandia, habiéndole puesto el nombre de Thorgils. Cuando Leif Erikson llegó a Noruega, que era el deseo de su viaje, saliendo de las Hébridas, fue recibido en la corte por el rey Olaf Tryggvason durante un tiempo, y el monarca le encomendó que tratara de introducir el cristianismo en Groenlandia. Partió al tiempo con esa idea, y otra tormenta lo llevó a lugar más lejano, no conocido por él, más al oeste de Groenlandia, donde halló allí a unos náufragos a los que recogió. En esa tierra desconocida, había campos de trigo silvestre, viñas, árboles de los llamados arce y cortaron árboles tan grandes que arrastraron en el agua, hasta que retornaron a la casa de su padre, Erick Rauda (el Rojo). Allí habló de la importancia del cristianismo, lo que no cayó bien al padre, pero su madre Thjodhild, lo aceptó, y se convirtió enseguida y construyeron una iglesia pequeña, desde luego, en Brattagild. Y tras esto, la esposa ya no quiso tener acceso sexual con Erick, lo que mortificó mucho a éste.

Y el caso es que se comenzó a hablar de esa tierra donde Leif había hallado a unos hombres a los que pudo recoger y salvar.

Se discutió bastante si era conveniente o no conocer esas tierras para ellos desconocidas, a las que a causa de lo hallado le llamaron Vinland y se conversaba respecto de los pro y los contra de ese viaje. Pero ese lugar, más al oeste no quedaba tan lejos; valía la pena ir hasta allá y ver si era una isla o algo más grande.

Lo que yo, al detenerme aquí un momento, no puedo menos de pensar: ¿No habrían venido antes otros vikingos arrastrados por el viento y el mar y que se supusieron perdidos por aquellos lugares y no supieron o no quisieron volver? ¿No? ¿Sí? Lo que me hace pensar es que cuando se decía que alguna embarcación se habría hundido, y eran bastantes, podrían haber llegado a occidente y radicarse en algún lugar.

Cuando Colón llegó a América halló en una de las islas descubiertas un indígena que tenía un collar y una medallita rara, que quiso ver mejor, se la pidió al indígena y éste le respondió que se la había dado un viajero amigo suyo. Y Colón creyó que sería de la India, pues pensaba que había llegado a Asia por el lado más corto. Y cuando el enviado de Pizarro recorrió el río Amazonas halló a unas mujeres blancas que eran guerreras. Vivían, aparentemente, separadas de los hombres. Pero ¿no serían los hombres también blancos? ¿Invento? Pero, cuando Francisco de Orellana, enviado por Pizarro, a descubrir tierras y aguas entró en el Amazonas, entre muchas peripecias que cuenta, en Junio de 1541 se encontró en una comarca gobernada por las contrapallaras, mujeres altas y rubias, desnudas y armadas con largas flechas que por su aspecto y trenzas parecían de una raza del norte. Después de sostener varios combates con ellas, victorioso para los españoles se embarcaron de nuevo sin detenerse en un espacio de ciento cincuenta leguas. Tras otras aventuras llegaron al Atlántico. Pero en otro texto, en lugar más cercano a la salida del Amazonas, hubo, según  leí algo parecido a propósito de ellas; allí se llamaban las “Aikeambenanas” (mujeres guerreras que vivían solas). Habría más datos.

Es posible que vikingos, grandes viajeros, hayan llegado antes de los que volvieron con Leif a Groenlandia.

Bien, pero sigamos con la expedición. Se decidió ir en busca de Vinland y los más decididos fueron Karlsefni y Snorri, que ya habían viajado con Leif Erickson. Decidieron explorar esa tierra de occidente, se juntaron unos ciento sesenta hombres, y algunas mujeres y alejándose hacia el oeste, sobre botes de remos, bajaron a la tierra; era un lugar donde había cantidad de zorros polares en sitio de abundancia de piedras planas y grandes, y eso hizo que le llamaran al lugar Hellu Land en razón de lo que vieron. Y siguieron navegando, pero como las barcas los alejaban del mar, volvían en este caso a una costa donde la tierra era muy arbolada, y eran visibles animales salvajes. Y había una isla cerca de una entrada, y en ella hallaron a un oso y le llamaron “Tierra del Oso”. Y al resto del lugar tan lleno de vegetación le llamaron Markland, “Tierra de Bosques”.

Más lejos, pues las naves se alejaban y se acercaban a la tierra, llegaron a un lugar de larga costa sin bahías, con playas ricas en arenales. Pues allí encontraron la quilla de una nave. Así, al cabo que había allí entre dos grandes playas, le pusieron de nombre Kjalarnes (o sea “Cabo de la quilla”). Eso hace pensar de nuevo, si algunos hombres navegaron hasta allí, o si la quilla fue arrastrada por haber sido roto el navío y muertos o no, los navegantes.

Utilizaron a dos escoceses, un muchacho Hakin y una muchacha Hekja, que se habían hecho muy conocidos por su velocidad, y que por eso, al recibir la orden de explorar esos lugares, recorrieron durante tres días una gran extensión de tierra; al volver ellos, él traía como muestra, uvas y ella, trigo silvestre.

Ello hizo pensar a todos, y especialmente a Karlsefni, que se trataba de una tierra apta para los cultivos. Continuaron navegando y llegaron a una entrada grande, delante de la cual había un fjord. Esa isla, que naturalmente era un mejor refugio para las aves, estaba rodeada de fortísimas corrientes de agua. Ese lugar que llamaron Straumsey, estaba lleno de aves que ponían cantidad de huevos, tantos que para caminar en la isla era difícil no pisar algunos. Siguieron hasta el fondo del fjord y allí anclaron las naves y sacaron de ellas los animales que habían traído, que se sintieron bien enseguida. Y desde el punto de vista geográfico, el lugar era bello, con montañas hermosas, hierba abundante y a veces incluso altas.

Decidieron pasar el verano, pues el lugar era atractivo, en esa tierra que después sería conocida como un continente, ya habitado por otros seres que todavía no habían sido vistos, pero que no faltaba mucho para que supieran que esa tierra estaba habitada. Claro, venían sólo por la costa.

En cierto momento de los viajes vikingos hubo un cambio de opiniones. Thorhall, el cazador, opinaba que convenía volver al norte para encontrar el Vinland (“Tierra del Vino”). Pero la opinión, sin duda la más acertada, era seguir hacia el sur, que fue la sostenida por Karlsefni. Él consideraba que hacia el sur la tierra sería más extensa; sin duda las costas, no bien determinadas, darían impresión de menos tierra y no tantas riquezas. Se discutió el caso bastante tiempo y la mayoría le dio la razón, y sólo un grupo pequeño quiso volver hacia el norte, el cual, por otra parte, digamos que tuvo poca suerte: Algunos esclavizados, y otros muertos. Sigamos pues el viaje de Karlsefni.  

 Mapa de Vinland, presumiblemente del siglo XV aun cuando sus orígenes se remontan a siglos anteriores.


Esa expedición siguió hacia el sur y entraron donde había grandes islas, y a la entrada del estuario, donde el mar se abría grandemente y le llamaron “Bahía de la exclusa terrestre”. Advirtieron, dícese en la saga, amplia tierra, alguna vegetación interesante, como ser viñedos y el trigo silvestre. 

¿Qué animales podrían ver en esa zona? En general se supone que no demasiado grandes, y como no se aclara bien cuál es el lugar, no se puede citar con demasiada seguridad el sitio donde se detuvieron. Dícese desde luego que había algunas fieras, que serían posiblemente los leopardos y otros tipos de animales.

Y ahora viene lo más interesante y que cambia el ambiente de esta región. Ellos estaban en las naves y un día vieron que parte de una tribu indígena, en buen número, aparecía ante ellos; no en tierra en ese primer momento, sino en algunos botes. Tras un tiempo, largo, relativamente, de estadía en esa región, llegaron unas pequeñas embarcaciones, las cuales estaban formadas de pieles. Los indígenas que en ellas venían traían en cada una, un palo que no se sabía bien para qué. ¿Podía ser para pesca o para combate?

Se quedaron mirándose los indígenas de las nueve pequeñas barcas y los vikingos. Aquellos pusieron los palos en dirección al Sol; no sabían al principio, qué quería decir eso, y luego se dieron cuenta que poner todos los palos en esa dirección, es decir, al considerado Dios en todas las religiones antiguas, era, en ese caso, señal de amistad. Al darse cuenta de que eso era un saludo, y no una acción de combate, los vikingos levantaron un escudo blanco, y los señalaron a los indígenas también como forma de saludo. Lo importante es que los viajeros vieron por primera vez, gente de raza americana, a pesar de haber navegado largamente por la costa.

Después de ese tipo de saludos realizados por ambas partes, los indígenas se retiraron.

El comentario respecto de ellos, por parte de los viajeros fue bastante negativo. Los hallaron demasiado pequeños, pero la verdad es que los escandinavos tienen en general una alta estatura, por lo que el considerarlos pequeños es sólo algo relativo al tamaño natural de cada una de las dos razas. También los hallaron de un color, por lo menos para ellos, demasiado moreno. Cierto; pero ellos eran de cutis sumamente blanco en general y predominantemente rubios. Los hallaron de ojos bastante grandes y en cuanto a los pómulos en gran medida amplios. No mucho más podían decir de ellos...  Sino que además los cabellos de esos indígenas les resultaron feos.

Pasado eso, se dispusieron a levantar las casas en ese lugar y como observaron que allí no había nieve les pareció factible edificarlas.

Pasó un tiempo, llegó la primavera y en uno de esos días ocurrió el primer encuentro. El lugar parecía bueno y lo sería, sí. Pero un día volvieron los mismos indígenas en número mucho mayor. Tornaron a levantar los palos en buena señal de amistad y los viajeros saludaron levantando los escudos. Y entonces ellos empezaron a intercambiar productos, pues en ambos lados se trató de un asunto comercial y todo eso iba bien. Como eran muchos los indígenas y recibían de los viajeros paños blancos; al fin tuvieron que cortarlos, porque no tenían tal cantidad de paño, pero ellos igual los aceptaban. Ellos daban según la crónica, pellejos, pero eso no es demasiado claro, cosa que no tiene importancia. Lo valioso era el intercambio.

Pero ocurrió algo imprevisible en esa visita. Los indígenas vieron que aparecían uno o más toros, y que además en vez de hablar, mugían muy fuertemente. La visión de esos animales desconocidos, que supusieron quizá como diablos o quién sabe qué creyeron que eran, los aterró, de modo tal que se fueron a sus propios botes y emprendieron una impresionante huída.

Pero después de unos días, los que habían huido ante el toro y que recibieron de los viajeros el nombre de Skroelingsi, retornaron, pero esta vez en señal de guerra. En el primer momento ya se comprendió que habían cambiado la intención, pues las lanzas estaban colocadas todas distintas a la anterior; no eran señaladas hacia el Sol, sino en un sentido contrario. Venían en son de guerra. ¿Y por los toros? Bueno. Los habían creído seres diabólicos o quién sabe qué. Descendieron de sus pequeñas embarcaciones y avanzaron dispuestos a matar a los visitantes. ¿Creerían que los toros eran los dioses diabólicos de ellos?

Sea lo que sea, el caso es que había que defenderse. Los indígenas empezaron tirando flechas, que herían, o que los viajeros detenían con sus escudos. Pero eso no era todo. Levantaron entre dos postes un objeto que tenía forma de pelota, la lanzaron y cuando explotó hizo un tremendo ruido. Eso, algo poco previsto, asustó a los viajeros, pues podía ser la forma de un mal imposible de prever, y no lo podían adivinar. Llegaron hasta el borde del río y allí lucharon duramente por salvar sus vidas.

Lo interesante es el episodio de la esposa, Freydis; ella se asomó y les increpó su huída:

“–¿Por qué huís, desgraciados?”. Estaba convencida de que hombres tan valientes como vosotros, pondríais a éstos fuera de combate. Si yo tuviera un arma creo que sabría luchar mejor que cualquiera de vosotros”.

Lo que ocurría es que los hombres huían perseguidos por los indígenas, y ella, al verse sola tuvo que huir, pero como estaba embarazada, iba más despacio. Encontró a un blanco muerto por los indígenas, tomó la espada de éste y se dispuso a defender. Y para que vieran que la que se defendía era una mujer, sacó hacia arriba sus senos, y los golpeó de plano con esa espada. Al verla así, esos indígenas echaron a correr hacia los botes y se alejaron remando. 

Decidieron los vikingos volver hacia el norte, pero no todos. Parece que Bjarni y Freidis con cien hombres quedaron atrás. ¿Cuántos volvieron? Eso no lo sé, por lo menos no se dice de modo claro y es posible que algunos hayan quedado en América.

Habría bastante más que decir; pero para interesar a los lectores, si desean leer esta saga basta. Pero fuera de este tema queda esta pregunta: ¿Son éstos los primeros vikingos que vinieron? Pienso que hay datos, vagos sí, pero posibles, de anteriores blancos, siempre rubios, casi seguro que vikingos, estuvieron antes de éstos.

Hyalmar Blixen
Suplemento El Día.
Montevideo, Julio de 1972


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).

viernes, 1 de marzo de 2013

Etnología de los Pa’ î Tavyterâ

Guerrero mbyʼá de Paraguay.


Etnología de los Pa’ î Tavyterâ

La determinación del origen de una etnia es tarea compleja, razón por la cual se analiza en esta nota la hipótesis presentada por la arqueóloga Sofía Gil de Escobar, en el estudio publicado por ABC el 3 de Enero de 2010.

Es pertinente tener en cuenta la síntesis de Susnick sobre los tipos raciales del Paraguay:

a) Tipo láguido–melanesio.
b) Tipo pámpido–australiano.
c) Tipo amazónico proto–malayo. En este género se incluye a las etnias guaraníes: Mby’a; chiripá; pa’î tavy terâ y asche.

Primera hipótesis: Naturaleza de la etnia. “Los ancestros de los pa’î tavy terâ son los primeros en ocupar las selvas del Amambay”.

Siendo los primeros ocupantes del Amambay los kainganges–Gé, del tipo racial láguido–melanesio, la hipótesis queda: “Los ancestros de los pa’î tavy terâ son láguidos–melanesios”.

Para Melía y Grunbert, los ancestros de los pa’î tavy terâ son los itatî, quienes tienen por ancestros a los proto–mby’a del tipo racial amazónico proto–malayo. Entonces: “Los ancestros de los pa’î tavy terâ son amazónido–protomalayos”. 

Por contradecir a la investigación antropológica, la primera hipótesis es falsa.

Segunda hipótesis: Recíproca de la anterior: “De acuerdo con lo afirmado por Branislava Susnik, los pa’î tavy terâ, serían descendientes de los láguido–melanesios”.

De la síntesis sobre los tipos raciales del Paraguay, se concluye: “Los pa’î tavy terâ son los descendientes de los amazónicos proto–malayos”.

La segunda hipótesis también es falsa “basada” en lo que Susnik no dijo.

Sofía Gil de Escobar usó la falacia conocida como argumento de autoridad, basada en el prestigio de Susnik como etnógrafa.
 
Tercera hipótesis: Antigüedad de la etnia. “Los pa’î tavy terâ están en el territorio que hoy habitan desde el principio de los principios, porque sus ancestros son de cultura paleolítica que ya vivieron en las selvas del Amambay hace más de seis siglos”.

Esta hipótesis es falsa porque está basada en las dos anteriores, también falsas. Además:

a) Las etnias del Paleolítico son nómadas, no sedentarias, siendo Itaguy un paradero temporal. Los kainganges–Gé vivían de la caza y la recolección de frutas.

b) Los kainganges–Gé estuvieron en cerro Guasú por breve tiempo, desplazándose luego hacia Pedro Juan Caballero (Amambay) para internarse al Brasil. Cascán, el arqueólogo y geólogo español formado en Altamira, recogió los vestigios de la etnia, formando una colección privada (Periódico Crisol de Pedro Juan Caballero en 1974).

c) Supongo que en la medida de los tiempos está desorientada, pues habrá querido decir sesenta siglos o seis milenios, equivalencia de los 6000 años, pues la antigüedad de seis siglos, ubica a los kainganges–Gé en el Amambay, un siglo antes de la llegada de los españoles, quedando en el limbo la expresión teológica “El principio de los principios”.

d) La arqueóloga desconoce la noción de “estratigrafía arqueológica”, suponiendo que la primera etnia que ocupó un sitio, le dio a la última las mismas características raciales y culturales, en un instante, para la escala temporal etnográfica.

Cuarta hipótesis: Vestigios líticos y arte rupestre. “Investigadores españoles de Altamira, fueron a conocer cerro Guasú, hallando vestigios líticos tales como herramientas de piedra y arte rupestre en abundancia. La antigüedad de tales objetos y figuras es de 5000 años”. La verdad sobre esta cuestión es que los kainganges–Gé y los pa’î Tavyterâ, son racial y culturalmente distintos, identificándolos se confunden sitios, tiempos, vestigios materiales y testimonios culturales.

He aquí una síntesis por etnias:

a) Los kainganges–Gé del Paleolítico dejaron herramientas y armas talladas, cuya antigüedad se estima en 5000 años.

b) Los proto–mby’a del Neolítico dejaron herramientas y armas de piedra pulida, resto de cerámica, cestería, tejido, con una antigüedad de 2000 años.

c) Los ka’aygua llegaron al Amambay como un desplazamiento de los itatines. Sus vestigios son similares a los dejados por los proto–mby’a aunque más evolucionados, con una antigüedad de 700 años.

d) Los pa’î Tavyterâ, de cultura neolítica con influencias del Medioevo europeo, tienen mitología, leyenda y organización muy evolucionada, con una antigüedad de 300 años con ese nombre.

e) Los vikingos, de cultura histórica con una antigüedad de 700 años, dejaron en los cerros del Amambay, frases lapidarias sobre sus creencias y costumbres, mejorando el nivel del Neolítico. Se tradujeron un centenar de inscripciones rúnicas alfabéticas, otras simbólicas y crípticas. El arte rupestre expresa los mitos, las leyendas y costumbres de pueblos nórdicos, sin perder aspectos de su estilo lineal. No faltan símbolos astronómicos y emblemáticos.
Dejaron en el idioma guaraní de los pa’î Tavyterâ, términos nórdicos trans-fonetizados, como Pa’ î Tavyterâ que León Cadogan traduce “Habitantes de la ciudad del Centro (de la tierra)” (Traducción correcta para Pistilli, con raíces nórdicas).

Quinta hipótesis: Mapa rupestre mundial: “Estamos ante la comprobación científica del hombre Paleolítico en la zona del Amambay. Esta verificación tiene extraordinario valor para el Paraguay, pues así ingresa en el mapa rupestre internacional”.

Esta hipótesis también es falsa, pues Friedrich Christian Mayntzhusen presentó sus investigaciones sobre el Paleolítico en el Paraguay al Congreso Americanista en Chicago en 1910, cumpliéndose un siglo en 2010. Luego volvió a presentar otro informe ampliado en el Congreso de San Pablo en 1928, siendo verificada la tesis por el antropólogo Oswald Menghin. Susnik determinó la antigüedad del Paleolítico Paraguayo en 6000 años. Con esto, el Paraguay ya entró en el mapa rupestre mundial, a pesar del despojo que se intentó hacer a Mayntzhusen de su autoría científica.

Conclusión: Una reflexión final sobre la finalidad de difundir hipótesis contradictorias a la etnográfica paraguaya, nos lleva a una teoría sobre el poblamiento de América, en la cual se postula:

a) El primer americano cruza el “puente de hielo” que cubría el Estrecho de Bering hace 15.000 años.

b) No existe otras posibilidades de ingreso, ni por el Pacifico ni por el Atlántico.

c) Después del primer americano, el único que llegó hace quinientos años, fue Colón.

Esta teoría es falsa pues la desmiente la cartografía americana, el arte de la navegación y la etnografía americana.

Vicente Pistilli
Asunción,
Febrero de 2010


 * (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).